Estás en el super, te acercas a elegir un producto de la estantería y te encuentras dos al mismo precio… entonces ¿cuál eliges? Estás en Internet, buscando un viaje y te aparecen en Google tres agencias online ¿cuál eliges primero? Estás en un bar, pides un combinado y el camarero te pregunta: ¿de qué marca prefieres?
La decisión es simple. Siempre eliges la marca que te ha dado o te da algo más. Algo diferente. Y esa diferencia tiene que ver con las marcas que te han llegado (aunque sea un poco) al alma. Te han conmovido, han conectado contigo. Aquellas que lo hayan conseguido serán siempre las ganadoras en cada proceso de decisión.
¡Ojo! hay una gran diferencia entre estar presente o formar parte de la vida de la gente. Estar presente es lo que se ha dedicado la publicidad hasta ahora. Compro un espacio en medio de comunicación y consigo ESTAR ALLI donde está mi target. Recordarles que sigo existiendo. Esto está bien, pero ya no es suficiente.
Hoy en día eso no basta. Las marcas tienen problemas y la forma de solucionar la mayoría de ellos es conseguir formar parte de la vida de la gente. Para ello el primer paso es tener un producto rompedor (QUE SE LO CUENTEN A APPLE). El producto es el mejor comunicador. Lo que te da la máxima experiencia. Si tú producto no es rompedor en su categoría, busca añadir valor a tus consumidores. Ese valor tiene que ver con pensar en ellos y no en tu producto. A la gente no le interesa que:
– Que no fabricas para otras marcas
– Que tu proceso de producción es único
– Que tienes una propulsión JDS
– Que innovas para ellos
– Que tu producto tiene un sabor extraordinario
(Frases cogidas de un espacio de 30 min de TV mientras escribo este post)
A la gente le interesas cuando les sorprendes, cuando los implicas, cuando les escuchas. Cuando hablas de ellos y no de ti. Cuando tienes una conversación, es que resultas interesante. En general los productos no son interesantes. Ya los conocemos todos. La gente presta atención a las cosas que le interesan y de vez en cuando es algo de publicidad.
Si queremos mantener una conversación con nuestros consumidores tenemos que formar parte de su vida. Si formas parte de su vida siempre te elegirán en el momento de decidir. Y tu negocio crecerá. Si formas parte de la vida de tus consumidores, interesarás a los medios de comunicación. Y aparecerás como contenido, no como publicidad. Tu credibilidad aumentará.
Creo que los que nos dedicamos a la comunicación deberíamos dejar de hablar siempre de nosotros. Así nunca formaremos parte de la vida de nuestros clientes.